En una cuestión como la de la necesidad personal de descanso y sueño no hay patrones determinados sobre el número de horas que tenemos que dormir para sentirnos bien, sino que depende de cada persona y también de su edad.
La información sobre si hemos dormido lo suficiente y con la debida calidad nos la van a dar nuestras sensaciones al levantarnos y el tiempo que nos dura la energía al día siguiente.
Si sientes que al levantarte estás cansado, somnoliento y te cuesta “tirar del cuerpo” todo el día, y esto es habitual, y por habitual me refiero 3 o 4 días por semana, podemos decir, sin ningún género de dudas, que tu sueño no es bueno y no te repara lo suficiente.
Una persona que duerma 6 horas, si su sueño es de calidad puede encontrarse con mucha energía al levantarse porque ha sido reparador, mientras que otra con 8 horas puede encontrarse muy cansado cuando se levanta.
La diferencia la va a marcar la calidad. Sin embargo es interesante que sepas que, así como nuestro cuerpo tiene un programa de limpieza automático asignado a nuestro sistema linfático que se encarga de recoger y transportar los desechos metabólicos para su eliminación, nuestro cerebro pasa por un proceso de limpieza de desechos que se pone en marcha cuando dormimos.
El encargado de llevarlo a cabo es el sistema glinfático. La limpieza, como ya he indicado, se lleva a cabo cuando estamos durmiendo y se calcula que este proceso completo puede durar unas 7 horas de sueño.
Por tanto, si necesitabas tener alguna referencia horaria general puedes plantearte ésta como objetivo: dormir siete horas, esos sí, de calidad.
Por último decirte que puedes conseguir mejorar tu sueño y tu descanso cambiando hábitos que lo estén condicionando negativamente y utilizando técnicas que lo favorecen.
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Carmen Castro Torres
Experta en técnicas de gestión del estrés y
Trastornos del sueño
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